Les dejamos la entrevista completa de Mariana para el diario 2001.Andrea Montilla Kauefati
Comenzó hace unos años a las cuatro de mañana. Era el matrimonio de una amiga y le pidieron que cantase para amenizar la velada. Tarima, micrófono, pasapalos. Y como ingrediente principal, un productor de discos a quien le sorprendió la voz de la tímida muchacha de ojos color aceituna.
Ahora Mariana Vega, la intérprete venezolana de temas como “Háblame” y “No me queda nada”, tiene su futuro previsto. Al menos para dentro de dos meses, cuando volverá al estudio para preparar su tercer disco. Radicada en México desde hace ocho meses, la cantautora vuelve al país para presentarse el 14 de octubre en el Centro Cultural BOD Corp Banca. Allí probará nuevos arreglos musicales con más sonidos acústicos.
—¿Cómo ha sido el recibimiento del público mexicano?
—Es un mercado con muchísima competencia, pero eso te obliga a evolucionar como artista. Si bien llegué con un poco de miedo pensando que el público mexicano iba a ser muy cerrado, me di cuenta de que si llegas con ganas de trabajar, te abren las puertas.
—¿De qué forma la internacionalización incrementaría su éxito en Venezuela?
—Si bien el apoyo al talento nacional es más fuerte que hace diez años, sigue habiendo un problema allí. Cuando tienes éxito en otro país, la gente en tu país empieza a creértelo, comienzan a escucharte y te apoyan. Cosa que no debería ser, sino al revés, pero hay que adaptarse a lo que hay.
—¿No es posible lograr el éxito desde Venezuela?
—Definitivamente me gusta volver y trabajar en el mercado venezolano, es donde me siento más cómoda. Pero a la hora de internacionalizarte es muy difícil hacerlo desde Venezuela, porque ya ni siquiera las disqueras están acá. La industria musical en el país es una lucha cuesta arriba porque no tienes manera de exponerte hacia el exterior.
—¿Es usted una especie de Alanis Morissete venezolana?
—Quisiera ser yo como Alanis Morissette (risas). Tengo una mezcla de artistas anglo y latinos. Me encantan Soraya, Franco de Vita, Los Amigos Invisibles. Creo que de todos aprendí un poquito. Nunca quieres sentirte como la copia de uno versión venezolana, no es la idea. Pero definitivamente la música de Alanis Morissette me ayuda mucho a la hora de componer.
—¿Qué género musical resultó de esa mezcla?
—Yo lo llamo pop rock acústico emocional. La música, mientras menos maquillada y sin tantos efectos especiales, más me gusta. Si bien mi género es pop, va un poco más allá que el pop fresa al que estamos acostumbrados.
—¿Por qué presentarse descalza?
—Empecé a componer descalza en mi cocina, y cuando fui presentándome en público me di cuenta de que si me quitaba los zapatos se me quitaban los nervios. Con zapatos me siento bastante torpe. En cambio descalza siento que estoy en mi casa, que la gente está en mi cocina y que son como mis invitados.
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