¿Cómo fueron tus inicios en el mundo de la música?
La música siempre ha sido parte de mi vida. Estudié hasta los 15 años en el colegio Emil Friedman de Caracas, conocido por su educación musical. Allí, aprendí de teoría y solfeo, aparte de tocar cuatro y flauta. A la vez, formé parte de la coral del colegio por ocho años.
Al cumplir quince, cuando me mudé junto a mi familia a Canadá, fue cuando empecé a componer. Me regalaron una guitarra y empecé a escribir mis despechos (que eran muchos en ese momento por haber dejado a mi país, mis amigos y gran parte de mi familia). Era como una terapia. Después de cuatro años en Canadá, regresé a Venezuela para el matrimonio de mi prima, en donde canté, y resultó que alguien de la industria musical estaba entre los invitados y se interesó en ayudarme. Así fue que comenzamos a grabar un primer demo, que luego resultó ser mi primer disco, “Háblame”.
¿Escribes todas tus canciones? ¿De dónde viene tu inspiración para escribir?
Sí. No hay nada que me guste más que componer. Me gusta mucho cantar, pero crear es la parte que se me hace más interesante. La inspiración viene de vivencias propias o prestadas, pero siempre lo veo desde un punto de vista muy psicológico. Me encanta analizar las relaciones humanas, nuestras reacciones e interacciones, de eso escribo.
Muchos de tus fans en Venezuela se preguntan: ¿Por qué decidiste irte a México y cuándo regresas?
México ha sido una plataforma muy importante para mí. Un mercado inmenso, lleno de muchas oportunidades para todo artista latinoamericano. Yo sencillamente soy una más de tantos que intentamos abrirnos camino en la industria musical. Pronto empezaremos a promocionar en el resto de América Latina, pero México es la puerta más grande.
Al final tengo muy claro que, de no ser por el apoyo que me dieron y me han dado en mi país, no tendría esta oportunidad para internacionalizarme.
Dicen por ahí que regresas a Venezuela en mayo para hacer un tour gratuito por las universidades ¿Es cierto? Cuéntanos un poco de eso.
Sí, es cierto, y es algo que venimos planeando desde hace mucho tiempo. Siempre me ha gustado la idea de llegarle a tu público y no esperar a que ellos vengan a ti. Qué mejor manera de amenizar un día de clases que con música en vivo y, además, gratis. Como parte fundamental de todo el movimiento, está fomentar la música, así que, por votación de la misma universidad, se elegirán bandas para que me acompañen en cada presentación. ¡Ya quiero que sea mayo!
¿Cómo sientes que te han acogido internacionalmente, hasta ahora?
Hasta ahora, no me puedo quejar. México ha tenido solo cosas positivas para mí, y, aunque es un mercado muy grande y difícil, han recibido mi música con mucho cariño. Queda mucho por recorrer, pero el camino ha sido muy bonito. Para mediados del 2011 empezaremos la promoción en Costa Rica, Colombia y Perú. Ojalá nos vaya igual de bien por allá.
Mucha gente no sabe que eres egresada de la Universidad de Toronto como licenciada en Relaciones Industriales y Psicología ¿Cómo te fue por allá? Y ¿Por qué decidiste optar por el mundo musical cuando tenías esa carrera de fondo?
¡La experiencia universitaria me encantó! Todavía siento que me gustaría tomar algunas clases y seguir aprendiendo, así que eso lo haré en algún período de descanso. Me encanta la psicología, y de no haber empezado a grabar un primer disco, por ese golpe de suerte en el matrimonio de mi prima, la ejercería feliz. Pero la música es mi verdadera vocación. Nunca la consideré una opción porque suena como algo imposible, así que estudie mis 2 carreras planeando una vida completamente diferente, pero el destino tiene sus estrategias y aquí estoy.
¿Cómo combinas la música con lo que estudiaste?
Utilizo mucho lo que aprendí en psicología para componer. Eso de ponerte en los zapatos de otro, entender por qué reaccionamos de cierta forma y qué hay detrás de nuestras decisiones, todo eso ayuda a construir una historia que termina siendo canción.
¿Qué artista admiras? ¿Y con qué artista te gustaría tocar?
Admiro a muchísimos artistas. Franco de Vita, Los Amigos Invisibles, Bebé, Julieta Venegas, Sara Bareilles, The Kooks, The Beattles, Alanis Morissette, Dave Matthews Band, etc. Pero me encantaría trabajar con Gustavo Dudamel.
Cuéntanos un poco sobre tu nuevo video de tu sencillo Háblame ¿El carro por dónde está viajando?
El video de “Háblame” me hizo muy feliz. Quería un video muy fresco, ligero, colorido, así como la canción. El director, Eneko Obieta, me ayudó a lograr exactamente eso. Él propuso hacer un viaje en carretera por una ciudad imaginaria construida con artículos del hogar. La maqueta está hecha de cubiertos, libros, vasos, guantes, camisas, platos, todo lo que puedes encontrar en tu casa. La idea se me hizo muy original, y luego el carro me encantó (risas). Aparte de eso, queríamos que se viera un poco el cómo se hizo. Me encanta que se vea el equipo trabajando, con ventiladores, o la cuerdita que jala al carrito por la maqueta. Todo eso lo hace mucho más fresco.
¿Qué se puede esperar de Mariana Vega en el futuro cercano? ¿Nuevo material porvenir?
Sí ¡Ya para septiembre empezamos a trabajar en el próximo disco! Eso me tiene muy contenta, el trabajo en el estudio me encanta. Escuchar cómo una canción que nació de una guitarra se va convirtiendo, poco a poco, en algo mucho más completo, me emociona mucho. Además, ya le debo al público venezolano un disco de canciones inéditas.
¿Qué consejos les darías a jóvenes músicos para lograr sus sueños?
Siempre les digo lo mismo: que tengan sus prioridades muy claras. Una cosa es querer hacer musica y otra cosa es querer ser famoso. Lo primero es lo más importante, y eso lo podemos hacer en nuestra casa y ser felices. Puede que no haya dinero, puede que nadie nos conozca, pero estamos felices haciendo música. Lo de la fama ya es otra cosa, y, si eso es lo que buscan, hay caminos más rápidos que la música para llegar ahí (risas).
Fuente: Revista OJO.
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